Se ha comprobado que el apoyo emocional en los tratamientos de fertilidad aumentan las oportunidades de embarazo ya que aterrizamos en la intervención psicológica muchas dudas, creencias y mitos, arraigados con información desvirtuada en infertilidad.
Recordemos que la sexualidad es un tabú, hablar de ella y abordarla abiertamente nos genera una gran carga de ansiedad, vinculada a que nos expone y exhibe como pareja infértil.
Aterrizar dudas desde las emociones es parte del principio a llevar un tratamiento más tranquilo y relajado, el saber que en toda pareja que está luchando por realizar su sueño de ser padres puede aparecer un bloqueo emocional sin causa aparente y que al ser abordado psicológicamente puede liberarnos del sentimiento de culpa, permitiendo que la frustración y el miedo se minimicen.
El medicamento en el protocolo de inducción del tratamiento nos genera vulnerabilidad emocional, en donde la ilusión y la esperanza nos envuelve y damos por hecho que pronto seremos padres, aferrándonos a esta posición y permitiendo que mecanismos de defensa estén luchando contra situaciones objetivas y reales.
Por lo tanto debemos estar relajadas y tranquilas, a veces tanta esta mala información que se suscita a nuestro alrededor realmente nos estresa acrecentando nuestro miedo a ser infértiles y no cumplir con la cadena genética y con las expectativas de mi entorno.
La culpa de haber dejado pasar el tiempo, o que en su momento debido a mil circunstancias y decisiones no se haya dado la oportunidad del embarazo nos genera ansiedad, estresándonos internamente y presionando a nuestro estado emocional, situación que provoca bloqueos en el área ginecológica.
Al abordar tratamientos de fertilidad de primera instancia sufrimos una gran incertidumbre ya que lo que las clínicas ofrecemos es ilusión y esperanza, lo que más deseamos es un bebe y tenemos la idea de que el tratamiento que abordamos será certero y saldremos de la clínica con un bebe en brazos.
Las técnicas de relajación durante el tratamiento favorecen a desestresarnos proporcionándonos estados de tranquilidad sobre todo para el momento de transferir embriones a nuestro útero, teniendo en cuenta que dichos embriones se encuentran en un lugar inerte, donde no existen emociones ni sensaciones, es importante que el paso al útero sea relajado y tranquilo, para que encuentren situaciones más favorables de implantación.
La orientación psicológica durante la betaespera es que se mantenga la mente ocupada, realizando actividades laborales, ocupacionales o recreativas que distraigan al cerebro de las emociones y las sensaciones que puedan presentarse.
Fdo: Claudia Dorantes Lago. (Apoyo al paciente Centro FiVER)