El sueño de la gran mayoría de mujeres es poder tener hijos algún día, situación que desde muy pequeñitas se ve favorecida lógicamente por nuestro género.
Es importante que tengamos en cuenta que gracias a los avances con los que contamos en Centro FiVER, de cada de cada 10 mujeres que acuden con nosotros 9 pueden recibir tratamiento y embarazarse. Debemos acudir sin miedo a recibir un diagnóstico adecuado ya que es el primer paso para alcanzar nuestro sueño.
Nacer, crecer, reproducirse y morir son etapas de la ley de vida, circunstancias que tarde o temprano sabemos que llegaran. Cuando decidimos visitar a un especialista es porque a pesar de que no nos hemos cuidado ni llevamos ningún método anticonceptivo, no hemos podido quedar embarazadas. Desde ese momento, ya traemos la idea o la sospecha que algo fuera de lo normal debe estar sucediendo y la predisposición a la noticia de no poder ser mamas nos genera ansiedad, estrés, angustia y miedo.
El compromiso con el factor genético, con el aspecto psicosocial y psicofamiliar, se ve desestructurado en un tobogán de emociones incongruentes de desesperanza, minusvalía, discriminación, rabia, ansiedad, culpa, angustia y miedo surgiendo una gran desacreditación y discriminación hacia nosotras mismas. Se presenta un dolor intenso y desafiante que vinculamos como respuesta a conductas autodestructivas que nos llevan emocionalmente a una baja autoestima y a un bajo autoconcepto. Bloqueamos nuestra disposición al embarazo, empezando una guerra interna donde la predisposición y la duda aparecen bloqueándonos desde ese momento a nivel emocional. Una gran parte de nuestro pensamiento negativo está programado y empieza a convertir la maternidad en un gran desafío de vida estacionándose por tiempo indefinido.
Conocer la realidad y el punto de comienzo es el primer paso para lograr el tan ansiado embarazo. Debido a las técnicas actuales, casi cualquier mujer puede recibir un tratamiento de fertilidad y, siguiendo los pasos marcados por su especialista, alcanzar el embarazo.
Psicóloga Claudia Dorantes Lago.
Apoyo al paciente de Centro FiVER