Así, una alimentación sana y haciendo énfasis en algunas alimentos podrá mejorar la calidad de nuestros óvulos.
Tenemos que tomar en cuenta que, las mujeres nacemos con una reserva ovárica fija. No cambiará el número en el transcurso de nuestra vida. Cuando empezamos a menstruar, durante nuestros ciclos, esta reserva empezará a gastarse, madurando los ovocitos en óvulos fértiles.
Esto se realiza gracias a una glándula llamada hipófisis que genera una hormona, la hormona folículo estimulante (HFS) que, como su nombre indica, estimula a los folículos (ovocitos) a madurar hacia óvulos.
Así, es clave el funcionamiento de nuestra hipófisis que, podemos mejorar sobre todo con el aporte de vitamina E (tocoferol), esta vitamina podemos encontrarla en los frutos secos (nueces, almendras, cacahuates), en el aguacate, espinacas cocidas, aceitunas verdes y el aceite de oliva.
Además de la hipófisis, también es muy importante la calidad de la membrana externa de los ovocitos. Esta membrana recibe el mensaje de la hipófisis y definirá la calidad de los óvulos. Al ser una membrana, se puede mejorar con alimentos que también son buenos para nuestra piel como alimentos con carotenoides y ácidos grasos esenciales: zanahorias, melón, piña y los mencionados anteriormente.
Obviamente también debemos tomar en cuenta nuestro ambiente, es decir, evitar la exposición a sustancias nocivas que se pueden encontrar en nuestros artículos de limpieza de casa, higiene personal de la mujer, cosméticos, etc.
En resumen, llevar una vida sana siempre aumentará nuestras posibilidades para mejorar la calidad de nuestros óvulos y lograr el embarazo tan deseado. Evita el alcohol, el cigarro, la contaminación, haz ejercicio regularmente y aliméntate lo más sanamente posible.
Fdo. Adriana Lagunes. Marketing Digital.